En las profundidades
donde todos piensan que están los muertos
el fuego de la Tierra nace.
Se pierde en las cámaras magmáticas
pero solo un tiempo
hasta que las grietas de la roca le permiten, y sale
con polvo y furia
y saluda a la luz hasta mecerse en las olas del mar.
Y así una vez y otra vez y otra vez
hasta que me olvidé
(K.N)
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