miércoles, 27 de agosto de 2014

Dos nuevos talleres en el ESPACIO y la MIRADA

En el ESPACIO y la MIRADA emprendemos un viaje al interior del cuerpo, de la mente y del corazón. Los fusionamos en una danza de equilibrio con otros cuerpos, otras mentes, otros corazones. Observamos nuestra propia naturaleza y la naturaleza toda. La del ser humano en relación a sí mismo, al mundo y al cosmos, de todo cuanto ama y lo anima.
Es por esto que, deseando lo mejor para todos, proponemos dos talleres renovadores  para el mes de septiembre:

ENCUENTRO DE CONSTELACIONES FAMILIARES
el ESPACIO Adquiere la FORMA de mi MIRADA”
"Las Constelaciones son un instrumento terapéutico que, con una breve intervención, permite descubrir y liberar patrones inconscientes de nuestro sistema familiar y en particular de generaciones anteriores, que nos hacen sufrir.
La herramienta y filosofía de las constelaciones desarrolladas por Bert Hellinger nos permiten recorrer el camino desde la toma de conciencia de las causas de nuestro mal vivir: enfermedades, fracasos, etc., hasta la liberación de las mismas en un gran impulso de amor y energía."

Sábado 13 de septiembre
15:30 a 19:30hs
San Telmo (Ciudad de Buenos Aires)
Facilita: Karina Novillo
Arancel de participación $100 (+ $200 si deseas realizar tu propia constelación)

TALLER TEÓRICO VIVENCIAL "MI RELACIÓN CON EL DINERO"
El dinero es símbolo de vida, necesita ser aceptado como es, reconocido, querido, respetado. También necesita ser destinado a la vida. Necesita ser “recibido” para ser dado de nuevo a cambio de otro servicio que mejora nuestra vida. Es una manifestación de intercambio, por ello se transforma en una relación. ¿Cómo estamos vinculados con el dinero? ¿Qué representa para nosotros? ¿Qué impide que llegue a nuestra vida?

Miércoles 24 de septiembre
18 a 21 hs
San Telmo (Ciudad de Buenos Aires)
Facilitan: Karina Novillo (Consteladora Sistémica) y Carlos Píccoli (Coach Ontológico en Liderazgo y Management, y Constelador Sistémico)
Valor único de participación $150

Para ambos talleres: 
Reservas: karinanovillo@gmail.com . Tel: 154 1630769
Cupos limitados




lunes, 25 de agosto de 2014

Dos musas

Hay, según parece, dos musas: la Musa de la Inspiración, que nos da visiones y deseos inarticulados, y la Musa de la Realización, que vuelve una y otra vez para decir: "Es aún más difícil de lo que pensabas". Ésta es la musa de la forma... Puede ser, entonces, que la forma nos sirva mejor cuando actúa como obstrucción, para desconcertarnos y desviar el curso que pensábamos seguir. Puede ser que cuando ya no sepamos qué hacer hayamos llegado a nuestro verdadero trabajo, y que cuando ya no sepamos adónde ir hayamos comenzado el verdadero viaje. La mente que no se desconcierta no se está empleando de lleno.
El arroyo que encuentra un obstáculo es el que canta.
Wendell Berry

Wendell Berry nació el 5 de agosto de 1934. Es un escritor y granjero estadounidense. Es un prolífico autor de novelas, cuentos, poemas y ensayos y un defensor de la agricultura ecológica.

sábado, 16 de agosto de 2014

LeyeNda dEl otOño y el loRo

Graciela Repún (sélknam - Tierra del Fuego)

En Tierra del Fuego, en la tribu sélknam había un joven indio llamado Kamshout al que le gustaba hablar.
Le gustaba tanto, que cuando no tenía nada que decir –y eso era muy notable porque siempre encontraba tema– repetía las últimas palabras que escuchaba de boca de otro.
–Me duele la panza –le contaba un amigo.
–Claro, la panza –repetía Kamshout.
–Miremos este maravilloso cielo estrellado en silencio –le sugería una amiga.
–Sí, es cierto. Mirémoslo en silencio. ¡Es verdad! ¡Está hermoso! Y es mucho más lindo así, cuando uno lo mira con la boca cerrada, ¿no es cierto? –respondía Kamshout.
–¡No quiero escuchar una palabra más! –gritaba, de vez en cuando, el malhumorado cacique–. ¡En esta tribu hay indios que hablan demasiado!
–Una palabra más; ¡demasiado!... –repetía Kamshout.

Por su charlatanería, toda la tribu sintió su ausencia cuando un día, como todo joven, tuvo que partir.
–Kamshout se ha ido a cumplir con los ritos de iniciación –comentaba alguno.
–¡Lo sé! –respondía otro–. Ahora puedo oír cantar a los pájaros.
–Yo escucho mis pensamientos –decía alguien más.
–Yo, el ruido de mi estómago –decía otra.
–Yo lo extraño –decía una. Pero enmudecía inmediatamente, ante las miradas de reprobación de los demás.

Y pasó el tiempo. Tiempo de silencio y también de soledad.
Y Kamshout regresó.
Y las aves al verlo emigraron porque, ¿para qué cantar donde nadie puede escucharte?
Kamshout regresó maravillado. No podía olvidar su viaje y repetía a quien quisiese oírle (pero más a quien no) que en el Norte, los árboles cambian el color de sus hojas.

Les hablaba de primaveras y otoños.
De hojas verdes, frescas, secándose lentamente hasta quedar doradas y crujientes.
(Y los que lo oían imaginaban, tal vez, un pan recién sacado del fuego.)
De árboles desnudos.
(Y los que lo escuchaban se horrorizaban de semejante desfachatez. ¡Si sólo andaban desnudos animales y hombres!)
De paisajes dorados, amarillos y rojos.
(Y los obligados oyentes miraban sus pinturas para poder imaginar mejor.)
De caminos hechos de hojas que crujían, coloreadas de dorado, amarillo y rojo, provenientes de árboles que se desnudaban.
¡Y semejante falsedad cerraba todas las posibilidades de imaginación!
Porque era demasiado esa combinación de sensaciones y de mentiras.

Ya en la tribu, todos creían que Kamshout estaba inventando un poco.
¿Qué era esa tontería de decir que los árboles no tienen hojas eternamente verdes?
¿Qué quería decir “otoño”?
¿Quién iba a tragarse el cuento de que los árboles pierden su follaje y luego les brota otro nuevo?
El descreimiento general enojó a Kamshout.
Lo enojó muchísimo. Muchísimo.
Lo hizo poner colorado de odio, le salieron canas verdes.
Desesperado por convencerlos de que decía la verdad, Kamshout contó lo mismo infinitas veces, sin parar.
Día y noche, sin parar. Segundo tras segundo, sin parar. Hasta que sus palabras se fueron encimando unas con otras y se convirtieron en un extraño sonido.
La tribu trataba de esquivarlo.
Por hacerse los que no lo veían, por jugar a ignorarlo, no vieron, en serio, su prodigiosa transformación: Kamshout se convirtió en un loro gordo.
Recién lo notaron cuando escucharon que les hablaba desde los árboles.
¡Era él! ¡Ese pájaro era él!

No había duda. Era su voz, que ahora sólo decía: kerrhprrh, kerrhprrh... hasta el cansancio.
Kamshout volaba sobre las hojas, y al rozarlas, las teñía del color de sus plumas.
De pronto, una hoja cayó.
Corrieron a verla, a levantarla. La palparon y la volvieron a dejar en el suelo. Entonces, la pisaron.
La hoja, matizada de dorado, amarillo, rojo, crujió bajo sus pies.
–¡Es verdad! –dijeron–. ¡Todo era verdad! ¡Kamshout no nos mintió!
Pero Kamshout no respondió. Se había ido muy lejos. Dicen que acompañado por su amiga y enamorada.
La tribu quedó más en silencio que nunca.

Recién en la primavera, cuando las hojas volvieron a cubrir las ramas erizadas de frío de los árboles desfachatadamente desnudos, volvió Kamshout, acompañado de su compañera y de sus hijos.
Eso dicen algunos.
Otros dicen que los que vinieron eran sólo un grupo de loros haciendo Kerrhprrh sin cesar desde las copas de los árboles. 


jueves, 14 de agosto de 2014

Un espacio para ampliar la mirada sobre tu vida

El objetivo es reconocer los nudos y patrones inconscientes que te alejan de tu propio camino.

Las personas se conducirán hacia las dimensiones más profundas de su presencia, la conciencia de sí mismas y su responsabilidad. A través de este proceso son capaces de trascender su visión del mundo centrada en el ego y acceder a la expresión auténtica de su propio ser.

Existen 7 mil millones de personas en el planeta, entonces habrá 7 mil millones de caminos únicos hacia la libertad y vos tenés que descubrir tu propio camino.

El manejo de tus problemas mundanos y tus compromisos son el camino. La meditación y otras actividades solamente juegan un rol secundario. Tus problemas financieros y de familia, tu situación de salud y otros problemas son el desafío real. Si respondes adecuadamente a estos retos, entonces seguirás creciendo espiritualmente.

Responder a tus problemas es tu camino. No debes separar lo mundano de lo espiritual. De hecho, no existe separación. Son uno y lo mismo.


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el ESPACIO y la MIRADA brinda talleres de Constelaciones familiares, laborales, organizacionales y pedagógicas siguiendo las enseñanzas de Bert Hellinger, creador del enfoque, y con una permanente actualización de conocimientos de la mano de especialistas nacionales e internacionales.

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