viernes, 29 de mayo de 2015

¿Cuál es el título de tu historia? (Constelaciones Familiares y Análisis Transaccional)


El “guión de vida”, como el libreto de una película a la cual la persona se ajusta sin darse cuenta, es el concepto base de las Constelaciones Familiares y el segundo concepto motor del Análisis Transaccional. ¿Quién escribe ese libreto?, ¿se puede modificar su argumento?

Por Karina Novillo Ramírez
(karinanovillo@gmail.com)

 Imaginemos un film de nuestra vida. Tomemos papel y lápiz y demos libertad a nuestra intuición: en pocos segundos escribiríamos el título más apropiado para nuestra historia. Podríamos, también, a modo de crítico de cine, clasificarla en comedia, drama, o película de suspenso… y hasta nos sorprendería con qué claridad seríamos capaces de describir ―¿escribir?― la escena final.
 La teoría del guión fue desarrollada a partir de la década del 50’ por el creador del Análisis Transaccional, el psiquiatra estadounidense Eric Berne, quien la definió como: “Un plan de vida creado en la infancia, reforzado por los padres, justificado por eventos subsecuentes y culminando en una alternativa elegida”. Berne se dio cuenta de que antes de la adquisición del lenguaje hablado, el niño toma de forma inconsciente las grandes decisiones de su vida, por ejemplo: el éxito o el fracaso en el trabajo, la salud o la enfermedad, qué tipo de profesión y pareja tendrá, y hasta cuándo y bajo qué situaciones encontrará la muerte.

¿Qué función cumplen estas decisiones de guión?
Estas autodeterminaciones, que resultan de sentimientos arcaicos, representan estrategias de adaptación a un ambiente hostil y/o amenazante, y apuntan a lograr una mayor pertenencia del niño dentro de su núcleo familiar aun a costa de su salud o de su propia vida. Así, a lo largo de los años, la persona seguirá fielmente en este plan secreto, si no madura y desarrolla su autonomía.
Esta idea de que toda persona vive siguiendo un patrón o argumento determinado llamó poderosamente la atención de un discípulo de Berne, el terapeuta alemán Bert Hellinger, quien años más tarde desarrollaría la herramienta de las Constelaciones Familiares y su filosofía. Hellinger percibió que algunos de los guiones que las personas siguen sin darse cuenta se fundamentan en vivencias anteriores e independientes de lo transmitido por los padres. Pudo distinguir muy claramente cuándo una historia se refiere a una vivencia personal y cuándo está relacionada con la vivencia de otra persona. Así Hellinger se encontró por primera vez con la dimensión sistémica de problemas y de “suertes” personales; y con la necesidad de un nuevo abordaje terapéutico en el ámbito de las psicoterapias.

¿Podemos hacer consciente nuestro argumento?
Hay varias maneras de descubrirlo. Algunas son:
·         Observación de la conducta actual: Por ejemplo, la persona se sonríe mientras relata un hecho grave (indica tendencia a perjudicarse); la persona dice preferir una situación inconveniente porque teme al cambio; la persona incurre en comportamientos perjudiciales que ella misma “provoca” o ve repetirse en el tiempo.  
·         Sueños y fantasías: Algunos sueños no pertenecen al soñador sino que pertenecen a otra persona de su familia y revelan implicancias con la suerte de otras personas.
·         Escucha del inconsciente: El silencio interior permite percibir la ausencia o presencia de guión.
·         Utilización de cuentos: Se observa con qué novela o película se identifica la persona en distintas etapas de la vida y qué destino elige.
·         La historia personal y familiar: El árbol genealógico permite captar interrelaciones, mensajes y modelos de roles. Pero en ocasiones, la elaboración de un genograma no es posible, y es allí, sobre todo, donde una constelación familiar será la herramienta indicada para sacar a la luz implicancias sistémicas del individuo a nivel transgeneracional a fin de  sanar el campo sistémico para beneficio de todas las generaciones.

¿Puede modificarse el argumento de vida?
Las terapias que conducen a la toma consciente de decisiones, entre éstas las Constelaciones Familiares, son la herramienta más poderosa para salir del guión. A través de la autonomía, el adulto abandona su mundo de fantasías y puede entrar en el “universo mágico de lo posible”. Reconocer nuestro guión de vida como una fidelidad arcaica a los ancestros del sistema y abrigarlo en nuestro corazón nos permitirá transformar ese viejo libreto en una nueva fuerza para vivir decisiones autónomas, ocuparnos de la realidad del aquí y ahora, eligiendo la alegría y la creatividad de los momentos presentes para, con papel y lápiz en nuestra mano, reescribir el título de la propia historia.



“el ESPACIO Adquiere la FORMA de mi MIRADA”