El “guión de vida”, como el libreto de una película a la
cual la persona se ajusta sin darse cuenta, es el concepto base de las
Constelaciones Familiares y el segundo concepto motor del Análisis
Transaccional. ¿Quién escribe ese libreto?, ¿se puede modificar su argumento?
Por Karina Novillo Ramírez
(karinanovillo@gmail.com)
(karinanovillo@gmail.com)
Imaginemos un film de nuestra vida. Tomemos papel y lápiz y demos libertad a nuestra
intuición: en pocos segundos escribiríamos el título más apropiado para nuestra
historia. Podríamos, también, a modo de crítico de cine, clasificarla en
comedia, drama, o película de suspenso… y hasta nos sorprendería con qué
claridad seríamos capaces de describir ―¿escribir?― la escena final.
La teoría
del guión fue desarrollada a partir de la década del 50’ por el creador del
Análisis Transaccional, el psiquiatra estadounidense Eric Berne, quien la
definió como: “Un plan de vida creado en la infancia, reforzado por los padres,
justificado por eventos subsecuentes y culminando en una alternativa elegida”. Berne
se dio cuenta de que antes de la adquisición del lenguaje hablado, el niño toma
de forma inconsciente las grandes decisiones de su vida, por ejemplo: el éxito
o el fracaso en el trabajo, la salud o la enfermedad, qué tipo de profesión y
pareja tendrá, y hasta cuándo y bajo qué situaciones encontrará la muerte.
¿Qué
función cumplen estas decisiones de guión?
Estas
autodeterminaciones, que resultan de sentimientos arcaicos, representan
estrategias de adaptación a un ambiente hostil y/o amenazante, y apuntan a
lograr una mayor pertenencia del niño dentro de su núcleo familiar aun a costa
de su salud o de su propia vida. Así, a lo largo de los años, la persona seguirá
fielmente en este plan secreto, si no
madura y desarrolla su autonomía.
Esta idea
de que toda persona vive siguiendo un patrón o argumento determinado llamó
poderosamente la atención de un discípulo de Berne, el terapeuta alemán Bert
Hellinger, quien años más tarde desarrollaría la herramienta de las Constelaciones
Familiares y su filosofía. Hellinger percibió que algunos de los guiones que
las personas siguen sin darse cuenta se fundamentan en vivencias anteriores e independientes
de lo transmitido por los padres. Pudo distinguir muy claramente cuándo una
historia se refiere a una vivencia personal y cuándo está relacionada con la
vivencia de otra persona. Así Hellinger se encontró por primera vez con la
dimensión sistémica de problemas y de “suertes” personales; y con la necesidad
de un nuevo abordaje terapéutico en el ámbito de las psicoterapias.
¿Podemos
hacer consciente nuestro argumento?
Hay varias
maneras de descubrirlo. Algunas son:
·
Observación
de la conducta actual: Por ejemplo, la persona se sonríe mientras relata un
hecho grave (indica tendencia a perjudicarse); la persona dice preferir una
situación inconveniente porque teme al cambio; la persona incurre en comportamientos
perjudiciales que ella misma “provoca” o ve repetirse en el tiempo.
·
Sueños y
fantasías: Algunos sueños no pertenecen al soñador sino que pertenecen
a otra persona de su familia y revelan implicancias con la suerte de otras
personas.
·
Escucha del
inconsciente: El silencio interior permite percibir la ausencia o
presencia de guión.
·
Utilización
de cuentos: Se observa con qué novela o película se identifica la
persona en distintas etapas de la vida y qué destino elige.
·
La historia
personal y familiar: El árbol genealógico permite captar interrelaciones,
mensajes y modelos de roles. Pero en ocasiones, la elaboración de un genograma
no es posible, y es allí, sobre todo, donde una constelación familiar será la
herramienta indicada para sacar a la luz implicancias sistémicas del individuo
a nivel transgeneracional a fin de sanar
el campo sistémico para beneficio de todas las generaciones.
¿Puede
modificarse el argumento de vida?
Las
terapias que conducen a la toma consciente de decisiones, entre éstas las
Constelaciones Familiares, son la herramienta más poderosa para salir del
guión. A través de la autonomía, el adulto abandona su mundo de fantasías y puede
entrar en el “universo mágico de lo posible”. Reconocer nuestro guión de vida
como una fidelidad arcaica a los ancestros del sistema y abrigarlo en nuestro
corazón nos permitirá transformar ese viejo libreto en una nueva fuerza para
vivir decisiones autónomas, ocuparnos de la realidad del aquí y ahora, eligiendo
la alegría y la creatividad de los momentos presentes para, con papel y lápiz en
nuestra mano, reescribir el título de
la propia historia.
“el ESPACIO Adquiere la FORMA de mi MIRADA”